Hoy quiero contarte una anécdota personal para mostrarte la importancia de aprender a decir no.
En uno de mis primeros trabajos (de recursos humanos) tras la carrera, me pedían hacer cosas que iban por completo en contra de mi persona. Por un lado, aunque sabía que tenía que pensar por el bien de la empresa y por exprimir al máximo a los trabajadores, eso me ocasionaba mucho malestar; tanto, que salía del trabajo todos los días llorando.
En este trabajo aprendí algo muy importante, y es que, por mucho que los demás puedan pensar o puedan decir hay momentos en los que te tienes que plantar y decir NO.
Eso es lo que hice yo, me planté y les dije bien alto: Yo no quiero seguir aquí.
¿Cuántas situaciones has vivido en las qué, por no decir que no a tiempo, te has ido metiendo en un lío hasta no saber cómo salir de él?
En este vídeo te voy a enseñar algunas estrategias para que te sea más fácil decir que no.
¡Dale al play!