Los estados anímicos son una guía en la vida de la mayoría de las personas, aunque a veces no sabemos distinguirlos correctamente o calibrar la gravedad de una situación. Explicaremos con detalle cuáles son las principales diferencias entre tristeza y depresión que conviene tener en cuenta.
La tristeza y la depresión: definición y principales diferencias
La capacidad de distinguir entre los estados de tristeza y la depresión es fundamental para saber cuáles son las decisiones y medidas a tomar. No en vano, uno de los problemas del siglo XXI es que disponemos de un torrente de información, pero en ocasiones es inexacto.
Tristeza
La tristeza es una de las emociones básicas de los seres humanos y lo normal es que tengamos momentos puntuales en los que emerja. Es importante decir que esta emoción no es per se mala sino que es un indicativo que conviene escuchar pero sin dramatizar.
Depresión
La depresión es una psicopatología reconocida por las autoridades médicas que requiere de algún tipo de tratamiento para que la situación no se cronifique. Cuando se llega a este punto, la persona tiene un estado de tristeza persistente que, si no se trata a tiempo, puede degenerar en problemas mayores.
Las diferencias entre ambas situaciones
La principal diferencia que hemos de señalar entre la tristeza y la depresión es que la primera es coyuntural y la segunda se convierte en un estado habitual.
El segundo aspecto importante es que la depresión es una psicopatología y, como tal, supone una situación a superar. No es normal que una persona tenga una depresión y, por ello, conviene tratarla.

La tercera cuestión importante es que las personas depresivas suelen tener unos niveles de serotonina (la llamada hormona de la felicidad) mucho más bajos que las personas sanas. Si estás triste en un momento puntual, no deberías tener problemas.
Otro aspecto no muy conocido es que las personas deprimidas no saben muchas veces por qué lo están, lo que dificulta el diagnóstico. Las personas que están pasando por un momento triste sí suelen saber los motivos que han causado esta emoción.
Finalmente, hay que señalar que las personas con depresión suelen padecer abulia, que les impide hacer su vida habitual y desplazarse a espacios públicos. Una persona triste puede no tener ganas un día puntual, pero la situación no va más allá.
Conclusión
Si estamos pasando por un momento complicado o si llevamos una temporada sin ganas de hacer nada, es que quizás necesitamos ayuda. Aconsejamos consultar a profesionales de la psicología porque nos podrán proporcionar todas las herramientas necesarias para dar un paso hacia delante. Una psicóloga especializada podrá distinguir rápidamente entre tristeza y depresión para proponer las medidas de mejora que procedan.