No siempre resulta fácil afrontar la Navidad con buen ánimo. El carácter emocional de estas fiestas, fuertemente vinculado a algunos de los momentos más ilusionantes e intensos de la vida, fomentan una percepción mayor de las ausencias y la posibilidad de no estar preparados, psicológicamente, para sobrellevarlas.
La solicitud de terapia psicológica online, tradicionalmente, se incrementa muchísimo ante la inmediatez de estas fechas: muchas personas buscan el apoyo profesional que necesitan para adaptarse a ellas.
El 2020, además, ha sido un año terriblemente complicado. A las secuelas generadas por el miedo, el confinamiento, el aislamiento y la pérdida de seres queridos durante la covid-19, se une la exigencia de celebrar las fiestas de otro modo: en una mayor intimidad, con mucha más austeridad social y con la incertidumbre acentuada por los tiempos actuales.
En consecuencia, las Navidades 2020-21 van a ser, posiblemente, unas de las más complicadas que hemos vivido. En términos emocionales y psicológicos, es fundamental prepararse muy bien ante ellas. Y, para muchos, acudir a terapia puede ser la solución idónea.
Fórmulas psicológicas para esta Navidad
Os presentamos a continuación los tres recursos claves para sobrevivir, e incluso disfrutar, de las inminentes fiestas navideñas.
Aceptar la realidad
Es importante favorecer una adaptación progresiva a la nueva realidad que está esperando. Las cosas no siempre son como se quiere. La capacidad de aceptar los hechos es fundamental para cualquier persona en cualquier momento de su vida, mucho más en la antesala de unas fiestas navideñas como estas.
Todos los seres humanos tienen una gran capacidad de adaptación, pero la voluntad es la clave porque, cuando no se acepta lo que ocurre, la desesperación y la tristeza acaban invadiéndolo todo.
Centrarse en el presente
El pasado es inamovible, el futuro está por venir. Lo que sí se puede modelar es el presente, el aquí y el ahora. Es una de las principales enseñanzas de esta pandemia, cuyo aprendizaje ha llegado a ser traumático para algunos. Hacer planes está bien, pero el destino influye en ellos y las personas deben concentrarse siempre en los momentos presentes. Es necesario centrarse en cada situación concreta con el fin de exprimirla al máximo y sacarle todo el jugo posible.
Siempre existen alternativas a lo que se desearía. Si bien no son iguales, al menos se aproximan y proporcionan satisfacciones comparables. Si no es posible estar físicamente con alguien, una videollamada es una alternativa apaciguadora. Eso sí, ha de vivirse con la misma o más intensidad que ese contacto real al que ha sido necesario renunciar.
Practicar la asertividad
Esta habilidad consiste en comunicar con eficacia y de forma firme lo que se quiere transmitir, manteniendo el respeto y la empatía con los otros y con uno mismo. Este enfoque es básico en las reuniones sociales navideñas más tradicionales. Muchos de los roces con los cuñados y otros familiares políticos se desactivan al implementar este recurso.
En una fiesta navideña como la de este año, esta actitud de firmeza acompañada de respeto es aún más importante. Las sensibilidades se encuentran más alteradas, a flor de piel incluso, por lo que hay que evitar por completo la pasividad y la agresividad en la comunicación. Poner límites con naturalidad, amablemente y sin molestar, es esencial. Incluso cuando es la madre quien dice aquello de «yo a tu edad…» sin aplicar la empatía.
Lo principal es anticiparse. Solicitar ayuda psicológica es una decisión inteligente cuando no se tienen la confianza, la energía o la seguridad suficientes para afrontar una feliz Navidad en época de covid-19. En Yumetta, ofrecemos el servicio de terapia psicológica online a todas aquellas personas que lo requieren. Gracias a él, las fiestas resultarán muchísimo más llevaderas.