No son pocas las mujeres cuyo valor y estima parecen estar proporcionados por la persona que tienen a su lado. Es decir, se sienten plenas y realizadas en tanto su pareja les brinda protección o seguridad.
Ocurre entonces que, si esta se convierte en ex y se aleja, su autoestima se ve disminuida y el temor a la soledad multiplicado por mil. No es para menos.
Muchas de estas novias o esposas, seducidas y abandonadas, comienzan a padecer la abstinencia por la falta de su droga (la relación sentimental) y los síntomas frecuentes de la dependencia emocional.
La buena noticia para ellas es que es un mal de muchas que tiene consuelo y remedio.
Terapia psicológica para mujeres emocionalmente dependientes
Sin duda, una terapia focalizada y rápida es posible en estos casos. La misma busca empoderar a la mujer para que esta se fortalezca física y emocionalmente. Se trabaja, principalmente, la angustia; ese dolor en el pecho (en el esternón, específicamente) que no las deja actuar y moverse solas en la vida.
La angustia, en efecto, paraliza y no permite que las mujeres dependientes emocionales se liberen de las cadenas psicológicas que las amarraron a la idea fija de que sin pareja no son nada.
Una vez que la mujer se hace fuerte, puede continuar su camino hacia una vida más satisfactoria. Hay una luz al final del túnel.
La dependencia emocional tiene solución. Buscar ayuda es el primer paso para abandonar este estado de desvalimiento y pobreza de recursos psíquicos.
La autoestima y la aceptación de las circunstancias son la antesala de una nueva etapa en la vida, más positiva, en la que la soledad no es sinónimo de fragilidad y en la que el valor de cada cual está dado por su forma de hacer, pensar y sentir, y no por el compañero que tiene al otro lado en la cama.